El pintor herediano y académico de la Universidad Nacional (UNA), Miguel Hernández Bastos, expuso su obra en el país, desde el 27 de octubre y durante todo noviembre, en el Museo Histórico Rafael ángel Calderón Guardia.
La inauguración contó con la presencia de reconocidos artistas plásticos, intelectuales, así como de autoridades universitarias y del gobierno de la República. Miguel Hernández Bastos es conocido dentro y fuera del país, por el extraordinario dominio que posee de las técnicas de representación, particularmente aquellas relacionadas con el dibujo. De hecho, este pintor comenzó a cosechar éxitos con obras centradas en la imagen por excelencia de las formas clásicas de representación del cuerpo humano, donde consiguió dominar cada detalle y toda relación de proporción de la figura humana con excelentes resultados.
Nacido en Heredia, Miguel Hernández tiene una Licenciado en Artes Plásticas con especialidad en dibujo de la Universidad Nacional y una Maestría en Artes Plásticas en el Pratt Institute de Nueva York, mediante una beca Fulbright-LASPAU. Actualmente, es catedrático de dibujo de la Escuela de Arte y Comunicación Visual de la Universidad Nacional y ha sido galardonado con varios premios y reconocimientos, entre ellos: Premio Nacional de Dibujo Aquileo J. Echeverría y la Medalla de Oro del Salón de Dibujo Tomás Povedano. También el Premio Nacional de Pintura Aquileo J. Echeverría y Premio áncora, ambos como integrante del Grupo Bocaracá.
Sus obras se han expuestos en diversos museos y salas de gran prestigio en América Latina y Estados Unidos, por ejemplo en el antiguo Museo Sofía Imbert de Caracas; en el Museo de Arte Moderno de Panamá; en el Museo de Arte Contemporáneo de Puerto Rico; en el MOCHA Museum de Nueva York; en el MIURA Museo de Arte de Japón. Hernández expone con regularidad en la Galería Monique Goldstrom y la Galería Leonora Vega en Manhattan, Nueva York. Representó a Costa Rica en la XLVII Bienal Internacional de Arte de Venecia, Italia; en la IV Bienal de Pintura en Cuenca, Ecuador y en la I Bienal de Arte de la Habana, Cuba.
Su obra Aunque desde los inicios de su carrera, Hernández se centró en la imagen del cuerpo humano, sometiéndolo a diversos contextos y espacios plásticos, de alguna manera trata de cuestionar ese espacio de privilegio donde se ha idealizado lo humano. A lo largo de sus años de trabajo profesional, se nota que, dentro de diversos formatos estilísticos y distintos modos de expresión gráficos y pictóricos, continua su exploración técnico-expresiva y conceptual. Efraín Hernández Villalobos, académico de la UNA, reconoce que las pinturas más recientes, Miguel Hernández plantea la violencia camuflada en armas letales hechas de objetos inofensivos y cotidianos que ocultan o disfrazan el elemento violento tras una apariencia engañosa. Con estas obras Hernández propone el tema del absurdo de la conducta humana con el uso de objetos insólitos, a la vez que denuncia una cultura del engaño, la falsedad y el encubrimiento.
En reciente trabajos, Miguel Hernández propone imágenes con extrañas escenas en las que grupos de desnudos deambulan de manera incierta dentro de los límites de oníricos paisajes —desolados, misteriosos e irreales— que en algunas ocasiones parecen engullirles y atraparlos dentro de sus marasmos. Las escenas nos conducen a un mundo enajenado e incierto que proyecta también una sensación de absurdo y sin sentido.